El perro se hartó de no poder ladrar y fue en busca del hada que le había hecho ésto. El perro caminó y caminó hasta llegar a la casa del hada. Entró y habló con el hada. El perro le dijo:
-Como me voy a poder librar de estos dientes enormes.
Y el hada le respondió:
-Para librarte del hechizo solo podrás ladrar cada vez que pase una persona desconocida y si ladras a un conocido automáticamente te aparecerán otra vez esos dientes enorme.
Y así lo hizo, el perro solo volvió a ladrar cuando pasaba una persona desconocida.
Está muy bien, has mejorado bastante. Felicidades Diego. Nacho.
ResponderEliminar