Un
cuento al revés
Los
tres cerditos
Había
una vez tres cerditos malos y chulitos. Un día dijeron
que cada uno iba hacerse una casa. El pequeño
se la quería hacer de paja, el mediano de madera y el
grande de ladrillo. Fueron al mercado para comprar los materiales.
Empezaron a hacer sus casas. Cuando las terminaron como eran tan
malos reforzaron las casas con pinchos, timbres
que te electrocutaban y con una puerta que si te acercabas te pegaban
un puñetazo cuando vino el lobo que era muy bueno con una cesta
llena de patatas. Cuando se acercó a la casa del pequeño un puño
salio de la puerta y le dió un puñetazo en las partes bajas. El
lobo dolorido se fue a la casa del cerdito
mediano. Cuando llegó vió que había un timbre y llamó pero se
electrocutó. El lobo muy dolorido fue caminando muy lentamente hacia
la casa del cerdito mayor. Cuando llegó toco a la puerta pero un
pincho salió del suelo y le pincho el culo. Entonces gritó la
llamada a la policía:Au,au,auuuuu. La policía llegó enseguida. Y
le preguntó al lobo que sucedía. El lobo le dijo:Yo venía a
traerle una cesta de patatas pero ellos me tendieron varias trampas.
Entonces la policía entró en acción entraron a las casas de los
cerditos con ayuda del lobo para que no pisaran ninguna trampa. Al
final los cerditos fueron arrestados y fueron a la cárcel y nunca
mas volvieron a hacer nada malo.
Tenías claro lo que querías escribir, pero usas las mismas palabras y lo que te digo siempre, ¡usa más las comas! Nacho
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